Su familia luego se movió a la zona central del país, específicamente hacia Placetas, ubicado en la provincia de Las Villas. En ese territorio, José Martínez Fortún poseía un ingenio llamado San Andrés.

En su adolescencia Emilia comenzó a recibir clases en el Convento “Sagrado Corazón de Jesús” en el territorio de Sancti Spíritus. En 1868 su aprendizaje en la escuela eclesiástica se vio interrumpido por el estallido de la Guerra de los Diez Años, donde su padre, el Coronel Martínez-Fortún, tuvo la misión de frenar la insurrección mambisa en la región de Placetas, creando un cuerpo de milicias y voluntarios. En 1878, por sus servicios a favor del gobierno de España, a José Martínez-Fortún le fue concedido por el rey Alfonso XII el título de Marqués de Placetas. Sin embargo, el rol de Emilia en la gesta independentista cubana tomaría otro rumbo posteriormente.

El 13 de enero de 1869 contrajo matrimonio con el médico estadounidense John Bellinger Dod, unión de la cual nacieron seis hijos. Bellinger Dod fue uno de los primeros médicos que ejerció en Placetas. Ambos se mudaron a la villa de Remedios pero en 1883 regresaron a Placetas.

Entre 1883 y 1884 murieron los padres de Emilia. Su madre, Susana, fue promotora de un asilo de niñas pobres en Remedios. El Coronel Martínez-Fortún, por otra parte, fue declarado “Hijo adoptivo de la Villa de Placetas”, después de su fallecimiento, el 23 de septiembre de 1884.

Tiempo más tarde, en 1885, Martínez-Fortún creó una escuela privada para niñas y allí comenzó a ejercer como maestra.

Las muertes continuaron provocando heridas en la vida de “Mimí” Fortún, como era apodada cariñosamente. Su esposo, Bellinger Dod, falleció el 28 de abril de 1888. Fortún tuvo que convertirse en el principal sostén económico de su familia por lo que se consagró a la enseñanza privada. En julio de 1891 su colegio fue inspeccionado, obteniendo reconocimientos y premios.

En 1892 obtuvo el título de Maestra Superior en la Escuela Normal de La Habana y luego fue directora de la Escuela Pública Municipal “La Caridad”.

Fortún perdió a su hijo Carlos Eduardo Dod Martínez-Fortún durante la Guerra iniciada en 1895 entre cubanos y españoles. Dod Martínez-Fortún se unió en 1895 a la conspiración insurrecta en la zona de Placetas, liderada por José de Jesús Monteagudo, pero murió con sólo 19 años, cuando cayó en el Combate de Oliver, el 15 de diciembre de 1896. Por sus servicios prestados a la independencia de Cuba mereció póstumamente el grado de Comandante del Ejército Libertador.

Emilia Martínez Fortún y Wilson fue la presidenta de la Coen 1878 misión de Auxilio “Asociación Protectora de Reconcentrados” en 1898. Esta Comisión ayudó a miles de personas que fueron víctimas de los crímenes cometidos durante la Reconcentración de Weyler, proporcionándoles medicamentos, comida y ropa. Su colegio fue uno de los pocos que mantuvo las actividades educativas en el conflicto bélico del 95. En 1899 dirigió la Escuela de Niñas, y mientras ocupaba el cargo asistió a la Escuela de Verano de Harvard para maestros cubanos en el año 1900.

Luego de 1900 continuó ejerciendo como maestra hasta los días finales de su vida. Fortún completó más de tres décadas, desde 1880, dedicadas a la enseñanza.

La destacada educadora falleció el 24 de abril de 1920 en Placetas. En 1937 fue creada la Biblioteca Pública de Placetas con motivo de honrar su legado dentro de la pedagogía. La Biblioteca de Placetas mantiene el nombre de Fortún hasta los días de hoy.

Bibliografía:

1. Rodríguez Guerra, Alberto: Carlos Dod Martínez Fortún (Charles), Colaboración de la Sección de Base de la UNHIC de Remedios. Disponible en: https://delcentro.cubava.cu/2020/06/09/carlos-dod-martinez/

2. Liras, José Esteban: La primera enseñanza en la Isla de Cuba, Imprenta y Librería de Elías Fernández Casona, Obispo 34, La Habana, 1894.

3. Historia de Placetas. Disponible en:
https://archive.org/stream/JoseMFortunHistoriaDePlacetas/Jose_M_Fortun_-_Historia_de_Placetas_djvu.txt