Participó en la Invasión a Occidente bajo las órdenes del “Generalísimo” Máximo Gómez. Dicha invasión se extendió hasta Mantua, municipio de Pinar del Río. Era sobrino del Mayor General Boza y Sánchez, Jefe del Estado Mayor. Sobrevivió la guerra, regresando con el grado de Capitán, sin embargo, Zayas-Bazán no aceptó el grado de Comandante ni la pensión vitalicia como veterano de guerra.

En 1900 formó parte del grupo de maestros cubanos que participaron en el Curso de Verano de la Universidad de Harvard. Alternó labores pedagógicas y políticas en la provincia de Camagüey.

Fue Superintendente Provincial de Escuelas de Camagüey y Director General de la Enseñanza. En diciembre de 1926 reunió, a través de los educadores de esa provincia, la suma de 1219.18 pesos para ayudar a los damnificados por un potente huracán que azotó Cuba el 20 de octubre de ese mismo año. En abril de 1927 estuvo a cargo de un homenaje póstumo que los educadores de Camagüey le hicieron en el Centro de Veteranos de la ciudad al independentista cubano Carlos Manuel de Céspedes, en el aniversario 108 de su natalicio.

Entre 1928 y 1929 promovió la creación de una sala en el Hospital General de Camagüey para atender a los niños que estaban matriculados en las escuelas públicas, sin importar su origen social, lo cual fue de gran ayuda para miles de familias pobres de esa provincia. El Comité Protector de dicha sala estaba a cargo de la también educadora Isolina de Torres.

En 1930 tenía a su cargo 142 escuelas urbanas y 92 rurales, que sumaban un total de más de 450 aulas.
En 1932 presidió una comisión que organizó múltiples actividades en Camagüey para celebrar el Día del Niño, designado por dicha Comisión para celebrarse el 6 de enero de ese año. Se realizaron fiestas en todas las escuelas públicas, se les obsequió a los niños dulces y juguetes, y se abrieron las puertas de los teatros de la ciudad para que los estudiantes más pobres pudieran disfrutar de sus funciones.

Aceptó el cargo de Representante a la Cámara y miembro del Partido Liberal en su natal Camagüey.

En 1902 se casó con Estrella Perdomo y Artiles, quien fue directora y educadora de un colegio llamado “El Porvenir”, en Puerto Príncipe. Zayas-Bazán tuvo seis hijos. Tras la muerte de su esposa Estrella contrajo matrimonio con Josefina Tourón Fernández.

Aunque ya no ejercía la enseñanza en 1950, alcanzó el diploma de honor al cumplirse el Cincuentario de la Escuela Pública Cubana.

Falleció en La Habana el 27 de julio de 1966.

Bibliografía:

1. Diario de la Marina, 21 de abril de 1926, 2 de diciembre de 1926, 22 de abril de 1927, 12 de enero de 1929, 16 de diciembre de 1929, 19 de marzo de 1930 y 27 de diciembre de 1932.

2. Testimonio biográfico ofrecido por su nieta, Estrella Zayas-Bazán.